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¿SE ACABA EL BOCHORNO?

LAS CUATRO ESQUINAS

REIVINDICACIÓN, RECUPERACIÓN, HAMBRE, REMONTADA

¿SE ACABA EL BOCHORNO?

Ganar un Mundial es poder pegar un puñetazo en la mesa, elevar la voz en busca de la verdad esquiva y conseguir una reivindicación que se resiste. Profesionalizar más la sección y la igualdad no es pedir la luna. Increíble la sordera federativa. Más que el CSD hiciera la estatua. El feminismo avanza, pero la selección nos ha abierto los ojos desde la victoria, algo inapelable en deporte. Ganar un Mundial hace que el mensaje llegue a toda la sociedad, a todo el mundo, a los prebostes masculinos que las obviaban. Ganar un Mundial es tan grande que es miserable que haya sido arrinconado por un espectáculo bochornoso. Ahora empieza otra competición, pero le debemos a nuestra selección el reconocimiento que no han tenido.

UN TALENTO DESATADO

Donde antes no llegaba ahora llega. Se mueve en una danza en la que es necesario. La diferencia de sentirse bien, a sentirse mal, es que uno da todo lo que tiene, y la alegría ayuda a que en la cabeza las jugadas sean posibles. El miedo a fallar diluye el talento y acobarda el juego. Pero si estás bien, el hecho de volver a intentarlo una y otra vez lleva al cabo a conseguirlo. Somos seres sentimentales y el que nos quieran es lo mejor de la vida. En Joao Félix se percibe con una amplia claridad, y el que sea otro más parecido al que fue, indica que en su cabeza se ha liberado el talento. Con Simeone se sentía atrapado en un esquema enemigo de sus facultades. Ahora bulle como un ser libre que ha encontrado su camino.

LLUVIA DE GOLES

El Barça tiene un gran equipo. Una delantera que no perdona en la que jóvenes, veteranos y recién llegados se han acoplado sin apenas entrenamientos. La defensa y la media, con la llegada de Joao Cancelo, y a la espera de Pedri y los lesionados, es compacta y desborda calidad. Contra el Amberes vimos un equipo peligrosísimo, que maneja el juego y aún defiende como nadie con balón. Creo que Xavi aspira a poco (octavos), pero tiene que ir a por todas, porque el equipo tiene hambre en Europa. Esa asignatura pendiente la ha de aprobar este año. Tiene una de las mejores plantillas y será muy difícil de vencer. Hay que reconocer el trabajo de Laporta. Estaba medio asfixiado y ahora respira a pleno pulmón con su Barça.

HAY QUE SEGUIR Y CREER

Renace esa emoción indescriptible de marcar en los últimos minutos. No es posible evitar que aquella Champions tantas veces perdida vuelva a nuestra memoria mientras gritamos gol. Seguir y creer, creer y seguir mientras el estadio reluciente, bello como una catedral futurista, grita poseído por esa fuerza que derrota al destino adverso. Dos postes, incontables córners, el trasiego al área de los alemanes estrellándose contra la nutrida defensa, contra esos milímetros que cercenan el gol. La cesta está vacía. Pero llega un momento en que el área alemana se llena de camisetas blancas, y como heridos por el empate, atacan en manada, y otra vez Bellingham, como ayer Benzema, da el merecido premio al esfuerzo sin fin.