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3 septiembre 2023
El bosque de las noticias anda con incendios cotidianos. Las cosas no pasan, nos caen encima como un chaparrón. La realidad lleva dinamita incorporada a su suceso, por ello la información no solo sucede, también explota. Algo así siempre había sucedido, pero no en cadena, como ahora. Recuerdo que la crisis de 2008 convirtió todo lo demás en colateral. De repente la economía entró en la sala de estar y nos llovió en la mesa un cursillo acelerado sobre los efectos de las burbujas económicas. El mismo Galbraith no habría explicado mejor que las noticias y tertulias la perversidad intrínseca en la euforia financiera.
El huracán informativo ahora son los desastres de Rubiales. Y en este dislate, como en el procés, lo que más me preocupa es la imagen que a través de este personaje se está dando de España. Las estrambóticas aventuras de Rubiales llevan en la cadena británica BBC o la estadounidense CNN varios días. Der Spiegel fue generoso con nuestra alma hispana, pues dijo de él que es el hombre del que España se avergüenza. En el programa británico de entrevistas Loose Women, de ITV, destacaron que se tocara la entrepierna al lado de la reina.
The Guardian dedicó sus cuatro primeras noticias al asunto y una columna de opinión en la que se calificó la actitud de Rubiales como "sintomática del sistema". Le Monde, L'Equipe, Le Parisien, La Repubblica, el New York Times y muchos medios importantes han incidido en la inoportunidad de Rubiales. La CBS destacó que las jugadoras del San Diego Wave llevaran una pulsera con lema "Contigo Jenny" durante su partido de la National Women's Soccer League. En fin, mala imagen.
Interesó mucho su negativa a dimitir tras el escándalo, que algo habría arreglado. Ese "sostenella y no enmendalla" tan propio del cerrilismo nacional que viene de los tiempos en los que las disputas, ofensas y malentendidos se resolvían a golpes o espada. Guillén de Castro lo escribe en "Las mocedades del Cid", cuando el conde Lozano prefirió batirse en duelo antes que reconocer un error. El hecho de que la FIFA lo haya suspendido y aquí andemos dirimiendo si son galgos o podencos, también ha sido destacado con extrañeza y cierto rubor.
Recuerdo que algo así solo pasó con el 23-F o el procés, cuando el mundo se quedó estupefacto, sin entender que en pleno siglo XXI, y en la UE, unos políticos con la razón perdida pretendieran romper un Estado. Sobre esto recomiendo que lean El alzamiento, de Pilar Urbano, magistral crónica de la manipulación de un pueblo. El mundo nos mira y menos mal que en la balanza contraria tenemos a la selección femenina de fútbol, Nadal, Alcaraz, Alonso, Penélope Cruz, Almodóvar, Antonio López, Rosalía, Antonio Banderas... que digo yo algo compensan la estupidez de estos paisanos.
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Escritor y periodista
Colaborador Mediaset: proyectos España mira a La Meca, Quijotes del siglo XXI y tertuliano en Cuatro al día y La Mirada Crítica de Telecinco
Colaborador en Telemadrid: tertuliano en 120 minutos
Columnista del diario Marca
Columnista grupo de diarios Promecal (Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja)
Colaborador en TVE1: tertuliano en Mañaneros 360
Director de Fenavin, Fería Nacional del Vino.