20/11/2005

20-N

Aquel día, creo, hizo nublado. Dominaba ese frío de noviembre que es más bruma que escarcha. Estaba en el colegio mayor, como todos, esperando. Al suceder, el director, absolutamente acojonado, nos reunió en el salón de actos para decirnos que estábamos en la peor hora de la historia de España. Con voz temblorosa aventuró catástrofes inminentes. El azul falange desteñido de su camisa brillaba fúnebre sobre las luces del escenario. La perorata duró más de una hora. En ella hubo de todo, pero dominaron los momentos de cardenalicia serenidad seguidos por las encendidas soflamas que tan del gusto eran de los fachas de entonces (y los de ahora), falangistas o franquistas, que no sé como nombrarlos, y para el caso es lo mismo. A cada frase serena le sucedían gestos de fuerza y coraje a la manera musoliniana, elevando los brazos, arqueando las cejas, enseñando el puño de acero como un arma de raciocinio. Cuando terminó su elegía nos mandaron a las habitaciones. Desfilaba por los pasillos un toque de queda casi militar. Sin embargo, los alumnos, agrupados por afinidades, nos unimos en las habitaciones para escuchar la radio y hablar de aquello que tanto tiempo llevábamos esperando. Algunos brindaron con champán y lanzaron al viento preso del colegio gritos de libertad. Los de mi grupo, impúberes socialdemócratas, nos dedicamos a pensar en qué narices pasaría aquí después de aquello. Sabíamos que la revolución comunista o el mantenimiento de aquel fascismo eran inviables. Pero no teníamos ni idea de cómo saldría todo. Y las palabras del director nos encogían las entrañas. Luego, a la mañana, nos dijeron que teníamos vacaciones hasta enero. Y nos volvimos al pueblo. Albricias, con la novia las amarguras serían más llevaderas. Y pasó el tiempo. Pasó muy cargado de sucesos y comenzó una democracia que todavía estamos construyendo. Ah, sí, ya sé que de esto hace mucho tiempo. Pero es que mi hijo me ha preguntado esta mañana por aquel día, y he sentido que no, que no hace tanto tiempo en que la libertad nos honra. Sepamos nosotros honrarla también. Ea.

Impreso desde www.manueljulia.com el día 01/04/2023 a las 15:04h.