13/10/2022
LAS CUATRO ESQUINAS
DEFENSA, PESADEZ, GUERRERO, PÍCARO
AL BORDE DEL ABISMO
Se meció el Barça sobre el precipicio de la eliminación, agarrándose al aire como si fuese una soga y se cayó. Esta vez no le queda siquiera el consuelo de haber jugado bien, porque el castigo es mucho más grande que el premio y nada puede consolar quedarse fuera de los cruces de octavos de la Champions, como se quedará. Otra vez en la segunda de Europa un equipo que ha sido el primero muchas veces. No es justo, pero la realidad no atiende muchas veces a la justicia, sino a su propio dictamen, que en fútbol es claro, si te fallan los centrales estás perdido por muy bien que funcione el resto del equipo. El Barcelona hoy es un buen grupo de nombres, ahora falta crear un equipo.
MÚSICA PARA PESADOS
Comenzó siendo un sueño, luego se convirtió en una utopía que el dinero enterró en una mentira. Comenzó siendo un deseo y se armaron las esperanzas con una certeza, una palabra que el presidente Florentino Pérez dijo a un periodista, que había dicho Mbappé 50 veces al día: "Tranquilo". Al final el sueño se convirtió en pesadilla y los sufridos aficionados respiraron pensando que al menos se dejaría de hablar de la venida del francés. No hay mal que con bien no venga. Pero los duendes mediáticos, y el propio jugador, no quieren soltar la baraja y desean que estemos jugando toda la eternidad al mismo juego. La margarita ya huele. Viene, no viene, viene... Huele a tufo. Que se callen un día, para que podamos descansar.
ENVUELTO EN SANGRE
Toni Kroos estaba harto de dar pases. A Vinicius, Asensio, Alaba, Benzema... Se agotaba el tiempo en un bosque defensivo. La mente de Kroos pensaba en qué hacer para penetrar como un buril por la espesura. Pero el juego se dormía en una idea infructuosa. Hasta que Kroos, avanzando el brazo, le dijo a Rudiger que fuera al área. Lanzó un centro perfecto y el defensa cabeceó el balón cerca del poste. Insistieron los alemanes hasta que el rudo defensa cazó un balón y lo envió a la red. El partido se terminada. Desde el suelo miró como entraba y sintió la sangre caer de la frente por las cejas. Fue arrollado por el portero: 20 puntos, y quería volver al campo a jugar el medio minuto que faltaba.
PERLAS ANALES
En este país se inventó la picaresca, más simpática que la burda mentira. Hay una inmensa literatura en la que hay todo tipo de añagazas y trucos para enredar al incauto, cuando no al inteligente. Pero lo que he leído sobre el ajedrecista Hans Niemann, acusado por el campeón Magnus Carlsen, es algo tan truculento y rebuscado que ni Cervantes o Mateo Alemán habrían sido capaces de imaginar. Todo se centra en un culo. Ahí meten perlas inalámbricas anales que reciben información en código morse de alguien que fuera, con un ordenador, va indicando la mejor jugada. Me gustaría saber qué mente ha urdido una trapacería tan perfecta, y como narices el campeón se ha dado cuenta de lo que era mientras al otro le sonaba el ano.
Impreso desde www.manueljulia.com el día 05/06/2023 a las 01:06h.