El Diario de Facebook

02/12/2021 - 00:00 h.

ATARDECER DE DICIEMBRE

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Estamos perdidos en los ojos del tiempo, donde habita la memoria y el olvido, y también el nebuloso paisaje del futuro. Yo suelo beberme siempre el corazón del ayer besando su latido, porque soy un nostálgico, y creo que los seres humanos somos los seres más estúpidos de la naturaleza, aunque nos creamos lo contrario, porque no solo desperdiciamos los dones del presente sino que no sabemos cuidar el maravilloso mundo del recuerdo, que nos acerca a Dios, porque dios es la memoria de la eternidad, todo está dentro de él.

Hoy me ha enviado mi amigo el crítico y poeta Pedro A. González Moreno dos artículos que publicó en el diario Lanza sobre mis dos primeros libros, "De umbría", e "Intemporal, entre dos siglos heridos". Me ha removido el corazón de la memoria y ha atizado mi sed de nostalgia, que siempre anda insatisfecha dentro de mí, porque lo maravilloso suele aliarse con la derrota.

Miro a ese tipo de la foto, con el pelo hacia atrás (hoy lo llevo desordenado y hacia delante como mensaje de que cada día me importa menos lo superficial), y me acuerdo de él, lo veo escribiendo su primer libro de poemas y creyendo que encontraría la verdadera belleza. Lo veo recopilando artículos que durante 15 años escribió en El Mundo y Diario 16, para recogerlos en una edición muy bien cuidada de la editorial Soubriet.

Lo veo y pienso en el tiempo que ha pasado y como duelen tantas cosas perdidas que no volverán. Ese tipo repeinado y serio como una estaca creía en muchas cosas, luchó en muchas batallas, y como un guerrero cansado llegaba a la poesía para encontrar el consuelo, porque se hizo experto en batallas perdidas, sobre todo porque libró las más difíciles o imposibles.

Gracias a mi amigo el poeta Pedro Antonio he saludado a aquel hombre que fui. He recordado su honestidad y su amor a la luna, al mar, a los árboles, a los ríos, su permanente deseo de escribir, su permanente tristeza porque en el fondo buscaba en el amor, a una sombra, y en la vida, un abrazo eterno.