10/01/2020 - 00:00 h.
Recibí en el wasap un mensaje de un viejo amigo.
Manuel Muñoz Moreno.
"Emprendo mi vuelo como la hoja del manzano sin dueño", decía. Y después:
"Puedes despedirte de mí en el Tanatorio Alfonso X de Ciudad Real".
"O en el funeral que se celebrará mañana en la parroquia de mi querida Argamasilla".
"Nos vemos en otros lejanos soplos...Con cariño".
Una extraña sorpresa, en el primer momento de la lectura.
Era una despedida desde la muerte.
Manuel Muñoz había muerto, con 66 años.
Casi mi edad.
En los últimos tiempos apenas lo había visto una o dos veces.
Nuestros caminos no se cruzaron demasiado.
Pero en la facultad de periodismo y en algunos años posteriores éramos íntimos.
Siempre estábamos juntos. Yo trabajaba en el bar del Colegio Mayor El Negro los fines de semana, y se iba allí conmigo todo el día. Hablábamos a trozos. Sentado en un taburete me daba conversación cuando la gente escaseaba.
Éramos poetas bohemios y nos íbamos por la noche, con otro amigo poeta, Alfredo J. Ramos, de vagabundeo nocturno. Me acuerdo que un día fuimos a un puticlub a recitarle poemas a las putas.
Ellas se partían de risa viendo a aquellos tres tontos recitándoles poemas.
No teníamos ni un puto duro, así que imaginad el negocio.
Pero al final les gustaba que alguien no quisiera CONSUMIR SU CUERPO COMO QUIEN CONSUME UN FILETE.
y les leyera poemas.
Le caíamos bien a las putas.
Alfredo j. Ramos está por aquí, igual si lee estas palabras se acuerda.
Como digo, en la universidad, en la facultad de Periodismo, siempre estábamos juntos. Éramos como dos hermanos.
Él era más sensato que yo, parecía el hermano mayor.
Luego seguimos viéndonos, pero con el tiempo nos alejamos, cada uno estábamos en un ámbito distinto.
Así es la vida.
pero ahora me acuerdo de muchos días lejanos.
Eso también tiene la muerte, que revive días muertos.
Y se ven incluso más hermosos que cuando estaban vivos.
Por eso Manolo sigue vivo dentro de mí en aquellos días.
Feliz viaje Manolo, ojalá regreses a aquellos días, ojalá desde la muerte puedas ver toda la vida que tuviste. Toda.
Un gran abrazo de tu viejo amigo
Manolo Juliá, que de momento aquí se queda.