ORÁCULOS

05/07/2014

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A veces después de pelear con la almohada se levanta uno con los ojos como luces, y se sienta en el sofá. Los camiones de basura se oyen por las calles y la televisión se ofrece fácil. Comienzas entonces un intenso zapeo, y harto de teletiendas, brujas, películas viejas, aterrizas en las tertulias deportivas. Allí están los insomnes tertulianos, los búhos, diseccionando la actualidad con bisturís afilados o toscos, largos o cortos, horadando cualquier cosa que pueda ser una noticia.

O diciendo profecías, porque a esas horas de la noche hay fáciles bolas de cristal, oráculos que se trajinan a diestro y siniestro. Luego nadie lleva las cuentas, pero daría igual, porque algunos profetizan todo lo posible, así que siempre aciertan. Y en todo caso las profecías son movibles, depende de dónde se ponga la coma, el énfasis, el latiguillo del yo dije que a lo mejor no pasaría.

Y esas tertulias noctámbulas, además de oráculos, también son aquelarres, como es de justicia por la hora. Los brujos danzan alrededor del sacrificado, le comen las vísceras, lo ofrecen a la voracidad de la opinión pública, que a esa hora dormita y no sabe si lo que ve está en una pesadilla o en la realidad.

Como la selección nos ha dejado de un plumazo, y julio está vacío, es el momento de "analizar" los fichajes. Por eso sabemos que el Madrid ha contratado a medio mundial, y que el Barça ya tiene una docena de defensas. Pero qué más da. Eso no importa. Lo jugoso es el trasiego, lo que pasa entre bastidores, los dimes y diretes, las broncas, los a mí me lo vas a decir, el tú más, la viga, la paja, el ojo, la estocada.

Alguna vez, sin que sirva de precedente, se produce un debate futbolístico. Que si el juego directo o el toque y cosas así una y otra vez. Mientras se va pasando la noche hasta que uno, con pesas en los ojos, se vuelve a la cama. En su cabeza lleva el run run de los tertulianos perdiéndose para siempre en la oscuridad.