TODA UNA VIDA

27/09/2012

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El fútbol rejuvenece. Te mete en la cabeza la infancia o los sueños o las emociones o las esperanzas que ya la vida no puede ofrecerte. Su inmensidad y su gozo, su expectación y su intriga no dejan que la cabeza se aplane, que las piernas se amansen, que el corazón comience a latir sin deseo. El fútbol mantiene fuertes los tejidos y las células de las ilusiones, hace robustas las débiles cuerdas de la esperanza para que no caiga al suelo y sea pisoteada.

El fútbol es una ilusión renovable. Es una filosofía de la vida que no deja que las neuronas se achanten y se nieguen a continuar esperando algo bello. Por eso dice Kaká que se siente un chaval ahora, cuando espera casi debutar. Por eso cuenta Mou que será joven cuando cumpla 50 (en enero), y que aún tendrá por delante 20 años de fútbol. Genial. Llamábamos a Guardiola el filósofo, pero el verdadero Sócrates de nuestra liga es Mourinho.

Guardiola tenía un montón de gestos y un solo mensaje: Aunque seas el mejor quéjate, porque en fútbol todo puede pasar. Mou tiene un solo gesto, algo borde cierto, pero muchos mensajes, la mayoría con un fondo común de reflexión. En este caso nos rescata la juventud a los cincuentones. Y claro que le agradecemos que nos ensalce tan fronteriza edad, que nos vea como aquel conejo que no paraba de tocar el tambor y avanzar porque tenía las pilas infinitas. Siempre quedarán muchos partidos por jugar. O es más importante lo que hay por conseguir que lo ya conseguido. Pura filosofía mourinhista.

La verdad es que Mourinho es un tipo afortunado. Trabaja en lo que ama, al revés que la mayoría de la gente, que trabaja en lo que odia. Así es fácil entender que quiera estar 20 o 30 años o toda una vida dedicado al balón. Como Capello, a quien el futbol sienta como un elixir que venciera el tiempo.