BASURAS

04/05/2008

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Leo, abrumado por el escalofriante dato, que se envían unos 193 mil millones de correos al día, y que de éstos, alrededor del 74% son “spam”, es decir, correos publicitarios no deseados (para Hotmail el porcentaje es del 90%). Por decirlo con un término más apropiado: son correos basura. Es decir, millones de palabras que nadie desea invadiendo intimidades, agrediendo ordenadores que intentan defenderse como pueden de esas hordas, las más de las veces inmundas. Menos mal que a la vez se han creado musculosos antivirus que rechazan a esa mugre telemática. Aunque, en todo caso, siempre suponen un fastidio. Pero el análisis que quiero hacer va más allá de esa especificidad informática. Porque no sólo estamos rodeados de correos basura; también lo estamos de anuncios basura, de llamadas telefónicas basura, de propaganda basura en los buzones, carteles basura en las paredes, programas basura en la radio y en la televisión, artículos basura, libros basura, sobre todo en las estanterías de los aeropuertos, juguetes basura, discos basura, comida basura, ofertas basura de todo tipo: inmobiliarias, financieras, automovilísticas, y que sé yo más, que si uno se pone a analizar va descubriendo que vive en un extenso e interminable basurero lleno de desperdicios. Decía Machado que estamos llenos de necesidades innecesarias, y si esto ya lo era en su tiempo, qué será hoy cuando se ha multiplicado el consumo hasta el infinito. Y nos invaden con saña cualquier resquicio de la vida, queriéndonos convencer de que deseamos algo que no sabíamos que era imprescindible para nosotros. Pero la clave de toda esta historia está en que aunque uno se pase el día apartando ofertas de su camino, los inventores no desfallecen y buscan cualquier forma para sobrevivir en el cerebro, hasta en los sueños. Hoy apenas puede uno pensar con calma qué desea o qué necesita de verdad. Porque mientras duermes hay tipos por ahí estudiando de qué manera se inyectarán en tu cerebro para que desees lo que ellos quieren que desees. Si fuésemos robot programables, seríamos los clientes perfectos.