25/02/2007
Vázquez Montalbán superó la clásica división marxista de la sociedad en burgueses y proletarios por otra mucho más inteligente. Montalbán dijo que nuestra sociedad se componía de tres clases: los instalados, los emergentes y los sumergidos. Entre los instalados se encuentran las clases pudientes. Aristócratas, alta burguesía, grandes accionistas, es decir, ese tipo de gente que no necesita demostrar que tiene dinero. Viven en un mundo propio lleno de lindezas y apenas saben de las asechanzas del destino. Sólo suelen tener mal humor cuando se constipa la bolsa. Y normalmente, hacen suntuosas y bien publicitadas obras de caridad, no para tranquilizar su conciencia, que eso era antes, sino para quedar mejor que el vecino de yate y porque piensan que un barniz de humanidad siempre queda como muy presentable. Esta gente vive siempre muy lejos, y lo que más sabemos de ellos es cuando alguna oveja descarriada se escapa de la almena y con los cables cruzados hace de bufón en la plaza. Luego estamos los que Vázquez llamaba emergentes. Es decir, la amplísima clase media que formamos, con múltiples alturas, la columna vertebral de la sociedad. Si algo nos define, además de que somos los paganos, es la posibilidad de aprovechar las enormes opciones de gozo que nos ofrece esta sociedad tan consumista. Casi todo se hace para nosotros. Bien para que lo gocemos en el acto o para que soñemos conseguirlo algún día. Y abajo, donde sólo existe penumbra, están los sumergidos. Algo así como un tercio. Se caracterizan porque nada de lo que la sociedad ofrece es para ellos. Sea por la droga, por el destino o por falta de inteligencia, viven como en una pesadilla inacabable. Algunos no sólo están al margen de la ley, sino también al margen de la vida. Muchos se pueden ver en el programa “Callejeros”, de la Cuatro, con su angustia cotidiana. Estos son los sufridos proletarios del ayer. Pero hoy, sin embargo, ¿quién lucha por ellos? Nadie, ni siquiera ellos mismos. Pues están tan hundidos que apenas pueden levantar la cabeza.
Breve extracto del texto "La poesía de Manuel Juliá: La escritura del corazón", de Jesús Barrajón Muñoz, profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Castilla-la Mancha, Facultad de Letras.. . Hace ahora veinticuatro años que Manuel Juliá (...
CONTRAPORTADA. Decidí de lo que iba a escribir, escribiría de ella. Aún no sabía ni la estructura ni el contenido, ni siquiera si sería un libro de poemas o una novela, pero tenía claro que escribiría sobre de ella y que el libro se llamaría Madre, el más ...
Nueve apasionantes relatos, basados en el terrible lenguaje de los hechos, en los que el periodista y poeta Manuel Juliá expresa la intrahistoria de los Quijotes del siglo XXI de los que se ocupa el programa de Mediaset, inspirándose en su idea original. H...
El sueño de la muerte (2013), El sueño del amor (2014) y El sueño de la vida (2015), publicados en Hiperión, se pensaron por su autor como una trilogía que ahora se reúne en un solo libro en el que destaca su coherencia poética. La Trilogía contiene una via...
Si desea recibir información de esta página: