18/09/2005
De vez en cuando los hombres más importantes del mundo se reúnen en varios cientos de metros cuadrados. Así lo llevan haciendo desde hace bastantes años. Casi desde que finalizara la última gran guerra mundial. Y allí discuten del porvenir de la especie y se reparten los territorios anónimos y las haciendas perdidas. También establecen las estrategias monetarias que harán saltar las bolsas de alegría o de estupor, según convenga o no repartir los dividendos. Normalmente, entre tanto trabajo, suele quedar tiempo para las metáforas. O para la grandilocuencia, pues es tanta la condensación de poder que será necesario, para que no rechinen las entrañas de la miseria, que se aderece todo con aspavientos espiritualistas y grandes cantos a la esperanza. Porque la esperanza es la única medicina gratuita que bebe la injusticia y la pobreza. Así que habrá que llenar el mundo de palabras y palabras y palabras que llamen a la esperanza, la esperanza y la esperanza. En el principio, y todavía, dice la Biblia, que fue el verbo. En la ONU hablan los grandes hombres. Y entre ellos muchos que, si de algo adolecen, realmente, es de grandeza. Hablan, como dice Blair, de que la ONU debe hacerse mayor. Pero él y Bush son las matronas que no quieren que el niño salga de la cuna. En cierta ocasión, dijo Gandhi que no existía justicia mundial porque los grandes no querían ceder ni un atisbo de su poder al colectivo. Gandhi murió, mas todavía sigue lo mismo. Y luego, en la noche, tras limpiarse el sudor producto de multitud de horas de discursos, los grandes líderes quedan en el Waldorf Astoria. Los invita Bush, ese líder agraz a quien el genial Harold Bloom ha llamado recientemente Benito Bush, o Francisco Franco Bush, según las preferencias. Y en ese impresionante hotel adonde van las parejas en su noche de boda, se vuelve a arreglar el mundo a base de discursos y discursos y discursos, en una interminable ensalada de palabras y palabras y palabras que se difunde por el orbe rozando las orejas cerradas. Sí, la ONU debe hacerse mayor. Y para ello USA y Gran Bretaña tendrán que hacerse menores. Difícil. Mientras tanto, pidamos que los bellos discursos no apaguen la voz estentórea de la dura realidad.
Breve extracto del texto "La poesía de Manuel Juliá: La escritura del corazón", de Jesús Barrajón Muñoz, profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Castilla-la Mancha, Facultad de Letras.. . Hace ahora veinticuatro años que Manuel Juliá (...
CONTRAPORTADA. Decidí de lo que iba a escribir, escribiría de ella. Aún no sabía ni la estructura ni el contenido, ni siquiera si sería un libro de poemas o una novela, pero tenía claro que escribiría sobre de ella y que el libro se llamaría Madre, el más ...
Nueve apasionantes relatos, basados en el terrible lenguaje de los hechos, en los que el periodista y poeta Manuel Juliá expresa la intrahistoria de los Quijotes del siglo XXI de los que se ocupa el programa de Mediaset, inspirándose en su idea original. H...
El sueño de la muerte (2013), El sueño del amor (2014) y El sueño de la vida (2015), publicados en Hiperión, se pensaron por su autor como una trilogía que ahora se reúne en un solo libro en el que destaca su coherencia poética. La Trilogía contiene una via...
Si desea recibir información de esta página: