LA SOMBRA DE MBAPPÉ

15/06/2023

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LAS CUATRO ESQUINAS

VENIDA, DINERO, RESPETO, ESPERANZA

LA SOMBRA DE MBAPPÉ

Es alargada. Todavía no le he oído decir que quiere venir al Madrid y ya lo llevan algunos periodistas exégetas, como si fuese un verdad divina, muchos años. Desde que salió del Mónaco. Los últimos, con una profusión de interpretaciones de sus gestos, miradas, silencios, frases inacabadas... que nos tienen los veranos enganchados a lo que se ha convertido ya en una adicción. Creo que gente adicta a "que viene Mbappé", y como si llega a venir se van a sentir vacíos. Lo que no entiendo es como aún, después de los fracasos, se espera su llegada como si fuese el Mesías madridista. La grande del Madrid no merece tal dependencia, y la economía tampoco pagar ese pastón que se percibe si al final acaba viniendo este año.

EL PRECIO DE UN SUEÑO

Si es el sueño de su vida, venir al Madrid, ha de saber que cumplir un sueño no tiene precio. No es un tópico y ni un falaz romanticismo decir que en la vida el dinero no lo es todo (su ausencia quizá sí), y poco más puede pedirle uno al destino que cumplir un sueño. Afortunados los pocos que pueden cumplirlos. El común de los mortales nos morimos sin tener los más deseados. La dura realidad nos lleva a la percepción de que son imposibles. No sé cuál es el valor de ese sueño dentro de Mbappé. Si le pone precio, se equivoca. Solo el Madrid puede llenar su imaginación de realidad, rescatándole a aquel chaval que tenía la habitación llena de carteles de Ronaldo y soñaba con verse un día de blanco, como su ídolo.

EL SUEÑO DE FLORENTINO

Si Mbappé sueña con el Madrid, Florentino sueña con Mbappé. Es la única posibilidad de seguir diciendo que los mejores tienen que jugar en el Madrid. Los madridistas soñaban, pero la agria decepción del año pasado dejó un regusto de desconfianza por doquier. Una cosa es desear y otra creer. Desear desean, tienen el mismo sueño que su presidente, pero apenas creen y, además, saben que el club no puede ser despreciado otra vez. El Madrid debe andar con tiento. Mañana puede acabar, mediando montones de dólares imposibles, en la Premier, que es el nuevo juguete de la soberbia de los petrodólares. Para no tener una terrible decepción lo mejor es no tener una gran esperanza. Si viene vale, pero si no, también.

LA GRAN HARTURA

Hace meses que me cansé de Mbappé y pensé que quedaría en una decepción más que hay en la vida. Cuando jugó aquí en aquella Champions, vi de cerca su primer gol. Lo metió con una facilidad pasmosa. Sentí que a los que estaban a mi alrededor les dolió menos, porque aquel jugador al año siguiente estaría con ellos. Cuando llegó el oscuro día de la decepción, los madridistas rabiaron. Convertir el amor en odio es algo demasiado humano. Muchos dijeron que no querían verlo por aquí, pero ahora observo que el anzuelo vuelve a estar ante sus labios y se tiran de él con hambre. Han perdonado. Pero si no hay nada claro digo, y me señalan el televisor. Allí Florentino le dice a un chavan que vendrá. Amén.

Documentos adjuntos:

Marca. Las cuatro esquinas. La sobra de Mbappé