25/10/2021
Hay gente que consigue que la especie humana valga la pena, y hay gente que nos retuerce por dentro, hasta sentir que mas le hubiera valido a Dios haberse ahorrado el crear una especie tan vil como la humana. Uno piensa en Hitler o Stalin, o más cerca en las atrocidades producidas por tipos terribles, como aquel Doctor Muerte que mató más de quinientas personas en Reino Unido, o en La Bestia, Barba Azul o el Monstruo de los Andes, seres que generaron un sufrimiento enorme, y se pregunta por qué el mal es capaz de anidar con tanta facilidad en el corazón humano.
No hay que ir a esos monstruos de la historia de la infamia. En nuestro día a día piensas en el hacer de las diversas mafias cotidianas, como por ejemplo las que engatusan a la gente pobre de África para meterlos en una patera, previo abono de tres mil euros, y no entiendes que alguien pueda exprimir de esa manera la pobreza en beneficio propio. Gentuza impía son las mafias del Estrecho. No cesan en su miserable labor de crear esperanzas vanas a gente que solo busca poder vivir un futuro, como les pasó a la mujer y el hijo de Sadik Malou, quienes murieron a treinta y siete millas del Cabo de Trafalgar.
Venían, con veintiocho ocupantes más, a encontrar una luz en España, donde trabaja Sadik. No le dijeron de su peligrosa travesía y esperaban darle una sorpresa. Chaimae, la esposa, y el hijo, Mohamed, de cinco años, salieron de Jadida, al sur de Casablanca, el 12 de octubre, embaucados por esos seres repugnantes de las mafias, y dos días después el motor de la barcaza se averió y tras una noche extática en las aguas mansas, la devoró el mar dejando solo tres supervivientes.
Sadik llora a su mujer y a su hijo porque hay seres humanos que ensucian la especie. Sin embargo, como el bien y el mal caminan de la mano, como dos mellizos, mientras la angustia nos roe el pecho vemos a gente como el cocinero José Andrés, que consiguen que miremos al cielo y demos gracias por su existencia.
En la entrega de los premios Princesa de Asturias, José Andrés mira al frente de lo humano y siento que nos representa, aunque no seamos capaces de llegar a su esfuerzo. Se define como un inmigrante del mundo, y donde el dolor posa sus manos ahí está para apaciguarlo haciendo lo que mejor sabe, dar de comer al hambriento. Dona el valor de su premio a La Palma, donde ya estuvo en septiembre sirviendo comidas, o en cualquier parte del mundo, como en el aeropuerto de Washington recibiendo a los refugiados afganos.
José Andrés representa esa esperanza cotidiana que nos hace creer en el ser humano, en nosotros, esa especie capaz de producir el más insoportable dolor y la más increíble dicha.
Breve extracto del texto "La poesía de Manuel Juliá: La escritura del corazón", de Jesús Barrajón Muñoz, profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Castilla-la Mancha, Facultad de Letras.. . Hace ahora veinticuatro años que Manuel Juliá (...
CONTRAPORTADA. Decidí de lo que iba a escribir, escribiría de ella. Aún no sabía ni la estructura ni el contenido, ni siquiera si sería un libro de poemas o una novela, pero tenía claro que escribiría sobre de ella y que el libro se llamaría Madre, el más ...
Nueve apasionantes relatos, basados en el terrible lenguaje de los hechos, en los que el periodista y poeta Manuel Juliá expresa la intrahistoria de los Quijotes del siglo XXI de los que se ocupa el programa de Mediaset, inspirándose en su idea original. H...
El sueño de la muerte (2013), El sueño del amor (2014) y El sueño de la vida (2015), publicados en Hiperión, se pensaron por su autor como una trilogía que ahora se reúne en un solo libro en el que destaca su coherencia poética. La Trilogía contiene una via...
Si desea recibir información de esta página: