GRÀCIES, BARTOMEU

24/09/2020

Compartir

LAS CUATRO ESQUINAS

GENEROSIDAD, FE, GOLES, FIDELIDAD

GRÀCIES, BARTOMEU

Quien crea que a Suárez no le queda dinamita se equivoca. Lo demostrará en el Atlético. Bartomeu ha enfadado a una fiera. Ya sucedió con Villa. No hay mayor fuerza para darlo todo que la del despecho. Suárez lleva 198 goles en su mochila y muchos más en su ansia por golear, siempre irreductible. Solo falta que la rodilla y la forma física le dejen. De los muchos goles que bullen en sus botas alguno tendrá preparado para el Barça. Esos no solo se clavarán en las redes, también en el corazón de Bartomeu si todavía es presidente. Simeone aumenta su dinamita, pues aunque Morata es bueno, tiene menos mandíbula que el uruguayo, algo evidente. De esa nave de los líos que es el Barça llega un barril de dinamita para el arsenal del Atlético de Madrid. Gràcies Bartomeu, dirá Simeone.

AMAR AL SEVILLA

En este fútbol de silencio y vacío los títulos importan, aunque los vencedores no puedan dar la vuelta al campo entre el clamor de la gente. La alegría no podrá estallar en la profunda noche, ni en bares llenos de gente que se abraza, ni en las plazas, ni en el aire, pero la memoria es más fuerte que el bullicio y la victoria se escribirá en ella con letras de tiempo. 500 aficionados, algunos venidos casi de las antípodas, irán a Budapest. Rodearán el estadio Ferenc Puskas manteniendo la distancia, sorteando al maldito bicho, para mostrar el amor a un equipo que no teme a nada, que sueña con justicia poder vencer al mejor equipo de Europa. Si alguien puede ganar al Bayern es el Sevilla, porque la fe mueve montañas, y el Sevilla lleva 100 años con la fe en sí mismo entre los dientes.

EL SUCESOR DE CRISTIANO

Es absurdo decir, dos años después, que una sombra aparece en las fotografías del once titular del Madrid como una ausencia. Es absurdo, porque mirar a un tipo invisible es perder el tiempo. Sin embargo, aunque absurdo, e innecesario, los goles de Cristiano en el Madrid andan buscando una bota, o varias botas, que los enclaustre en las redes. Y por muy absurdo que sea, cuando vemos jugar al Madrid, vemos a ese gran equipo de las Champions sin el veneno inesperado de un gol puro de nueve. Como antes, me encanta el juego que propone Zidane, pero no ronda el área ese depredador que acojona a las defensas. Benzema es inmenso, pero solo, ahí, se atasca. Y si sale, como le gusta, el área enemiga bosteza por la falta de peligro. Al Madrid le falta un nueve contrastado.

EL EQUIPO DE MORATA

Me acuerdo de cuando Morata era una promesa del fútbol. Los expertos decían que llegaría muy arriba. Ha pasado el tiempo y ya no es una promesa, ahora es una realidad intermitente. Es grande, pero siempre hay algo que le mantiene en el puente que hay entre el banquillo y el campo. No pudo ser indiscutible en el Madrid y se fue. Tampoco en la Juve, Chelsea o Atlético, y de nuevo se va para volver al lugar que siente es su sitio, Turín. Quiso la estela de Cristiano en el Madrid y se quedó lejos. Ahora la va a intentar en la Juve, quizá porque piensa que le favorecen los años. Ponen en Jugones un vídeo donde Morata es, desde niño, de todos los equipos que deja. Lo dice con mucho sentimiento y sinceridad. Seguro que a los aficionados de esos equipos les da igual. Así es la vida.

Twitter: @ManuelMjulia

Documentos adjuntos:

Marca. Las cuatro esquinas. Gràcies, Bartomeu